viernes, 22 de mayo de 2009

FUTBOL Y POLITICA

Ya vimos el interés que tenía Mussolini en que Italia ganara el Mundial de fútbol en 1934. En plena Segunda Guerra Mundial, el Duce sabía bien cómo un resultado favorable para su país estimularía los ánimos nacionalistas que tanto le convenían a su régimen nazi. Por eso invitó a Pozzo, técnico de la selección italiana, a una recepción especial destinada a mostrarse ante la prensa con el equipo adorado por su país. Pozzo rechazó la invitación argumentando que el equipo estaba concentrado, y Mussolini lo amenazó, despechado, diciendo: "Está bien, no venga. Pero que Dios lo salve si pierden." Y Pozzo y su equipo ganaron el campeonato.

Los regímenes nacionalistas conocen bien el fervor que inspira el deporte en la gente, y siempre se empeñaron en demostrar que forman campeones. Por eso, política y deporte siempre estuvieron estrechamente ligados. No fue por casualidad que Cuba y Rusia siempre se llevaran medallas de oro en los Juegos Olímpicos: el desempeño de sus atletas jerarquiza al gobierno de un país.

Cuando sucedió el golpe militar en la Argentina, en Marzo de 1976, se intervinieron todos los medios de difusión pública, y solamente se pasaban mensajes del Estado Mayor Conjunto. Dos días después del golpe de estado, se levantó la prohibición de transmición del Canal 7 para transmitir el partido Argentina -Rusia, que se estaba jugando en Rusia bajo la nieve.

Los militares sabían bien lo impopular que sería para ellos dejar a la población argentina sin partido. Por eso lo transmitieron. En el Mundial del '78, la dictadura militar argentina invirtió millones en poner a punto lo estadios mundialistas. El almirante Lacoste y el general Merlo, organizadores del Ente Argentino para el Mundial '78 (EAM '78) eran conocidos hinchas de River , y por eso favorecieron al club remozando el Monumental con palcos VIP discretos con vidrios antibalas y salones de prensa bien equipados.

También construyeron en tiempo record la primera emisora de televisión, no casualmente con tecnología alemana. Hitler también ametrallaba al mundo con documentales sobre las bondades del deporte y la preparación de los atletas alemanes. Para la Junta Militar de nuestro país hubiera sido un enorme revés una derrota del seleccionado argentino en el Mundial '78. Basta ver las fotos de Videla y Massera olvidando su porte castrense y gritando cada gol argentino, para darse cuenta de que un triunfo de la

Argentina excedía para ellos el plano deportivo, para pasar a ser una victoria casi política. No había tal diferencia entre los seleccionados de Perú y Argentina como para que Argentina les ganara 6 a 0. Simplemente, el Proceso Militar no hubiera podido afrontar una derrota Los políticos siempre utilizaron a los deportistas para su conveniencia.

En Italia el fútbol nunca es sólo fútbol." Es una fórmula: fútbol, política y empresa", afirma el empresario italiano Luciano Benetton, "El presidente del Milan y empresario de comunicaciones Silvio Berlusconi se metió en política para defender su negocio. La familia Agnelli, empresarios automotrices, también son dueños del Juventus, y participan activamente en política desde hace años. " Llega un punto en que el fútbol deja de ser sólo un juego, sino un sistema de propaganda de gobierno .La salida de Alegre y la entrada de Mauricio Macri como presidente de Boca demuestran también , una vez más , que el fútbol no es sólo un tema deportivo. El ingreso a la dirección de clubes por parte de sindicalistas o políticos , como es el caso de Juan José Zanola en Huracán , Luis Barrionuevo en Chacarita, o Eduardo Duhalde en Banfield, tiene además de la intención de demostrar a la gente que ellos no están tan lejos del pueblo como parece.

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