River siempre se caracterizó por ser un equipo de juego honesto. Boca siempre tuvo sus picardías. Se cuenta que en los años '40 y '50, la pelota desaparecía misteriosamente del campo en el intervalo después del primer tiempo, y reaparecía en la cancha, chorreando agua. ¨Que había pasado? Los xeneixes habían puesto la pelota abajo de una canilla. Habían descubierto que - vaya a saber por qué extraño motivo- al adversario le resultaba más difícil maniobrar una pelota mojada. Cierto o no, la cuestión es que siempre era en el segundo tiempo cuando Boca empezaba a hacer los goles. También cuentan que en el primer clásico del campeonato 1966, en la Bombonera, a pocos minutos se produjo un penal en el área de Boca. Alcides Silveira se acercó a Ermindo Onega, que lo iba a ejecutar y le dijo al oído: "Vas a errar. Estás muy nervioso." Como Onega ni lo miró , el arquero boquense Antonio Roma se acercó al riverplatense y le dijo: "Tirálo a la izquierda, porque si no, te lo atajo". Sonó el silbato, Onega tomó carrera, y desconfiando del consejo del rival tiró un derechazo. Roma, fiel a su palabra, se tiró a la derecha y la pelota terminó en la tribuna, para alegría del "número doce". Más tarde, Onega pudo desquitarse con otro gol, y el partido terminó con un 3 a 0 que definió la victoria de River. Pero a partir de ahí cabe preguntarse hasta dónde hay que desconfiar del consejo de un adversario, sobre todo si es de Boca.
En 1979, las financias delicadas de Boca Juniors terminaron con algunos dirigentes quejándose ante la prensa de que el club andaba mal de plata "porque los jugadores se la llevan toda". En ese año, Boca perdió al terminar el torneo de la Copa Libertadores de América, que fue ganada por el Olimpia de Paraguay. Ni lerdo ni perezoso, Pernía comentó a la prensa el resultado: "¿Así que decían que afanábamos? ¡Nos ofrecieron plata para que ganemos! Ganó el Olimpia porque son mejores." Los dirigentes se cuidaron bien por un tiempo de echarle a los jugadores de la culpa de la situación financiera de Boca.
Hablando de picardías, hablaremos a continuación del rey de las picardías, el mayor ídolo de Boca, desde el 97 al 2008 (antes de pasar al Colombus Crew de E.E.U.U) Guillermo Barros Schelotto . El hombre más pícaro que haya jugado alguna vez en el Club Boca Juniors (y el más ganador).
En su penúltimo partido contra River se inventó un penal en el minuto 91 del segundo tiempo y convertido por el mayor goleador de Boca hasta el momento: Martín Palermo. Lo irónico es que el que hizo la infracción dentro del área es el jugador que en la temporada siguiente se cambiaría de cuadra: Julio César Cáceres. En ese partido también hizo expulsar al defensor de River Cristian Tula por una supuesta infracción. En ese partido, además, Boca se encontraba con 2 jugadores menos, por lo que “El mellizo” aprovechó para hacer tiempo. En otra ocasión también contra los plumíferos, para enfriar un partido que se encontraba muy caliente, en un córner se puso a levantar cosas que tiraban los hinchas desde la tribuna y para hacer aún más tiempo, le dijo al línea que una persona del banco de River lo estaba insultando, por lo que este hombre fue expulsado. En un partido que perdía Boca 2-0 entró en el segundo tiempo para arruinarle la fiesta marcando 2 goles y estableciendo el empate con el cual iba a terminar el partido.
viernes, 22 de mayo de 2009
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